Espanta hasta tus ojos,
sacale la mirada de encima,
pero no te apurés,
que me reguardo de todo.
Cubrite,
se viene un fuego cruzado
las cruces arden al fuego.
No busqués el amor
bajo los añicos
de un intento de guerra,
un par de tiros y basta,
guerra entre tus piernas
y mi cintura,
con los enemigos avanzando
por el borde de las sábanas.
El bando enemigo asoma
de un último jadeo,
tras la montaña
que forma tu cuerpo,
que duerme bajo las sábanas.
Guerra privada y desconocida,
soldados tan anónimos
que se borran
en cada movimiento.
Cubrite,
las gotas caen de tu espalda con fuerza,
forzarte al amor me agota.
Repasemos:
Un cuerpo llega,
se saca la campera,
busca agua en la heladera.
Un segundo cuerpo
prepara la comida
y se limpia con el repasador.
Un abrazo por la cintura,
un beso suave,
de principio.
Un cuerpo frente a otro,
una mordida fuerte,
sin final.
Cubrite,
tu espalda me lleva tan lejos
lejana, así es la cara cuando te lame de espaldas.
Un nuevo repaso:
pero esta vez, empieza en la habitación,
junto a la cama,
sobre la ropa que pisan,
en los besos que practican
y se saben de memoria,
y los gozan como nunca
y los sienten a diario.
Un primer cuerpo se desploma
sobre el colchón,
mientras el segundo cuerpo
se amolda de la mejor manera
a sus formas.
Un brazo suave, femenino,
acaricia el rostro,
mientras la otra la mira,
se aman aun sin decirlo,
sin que yo las vea,
sin que nadie hable de eso.
se aman, aunque en el final,
no se salgan de esta poesía.
Ey, no sé quién sos pero gracias por acercarte a leer mi blog (quappi con suéter rosa). Descubrí acá un lindo refugio entre tus palabras, un beso.
ResponderEliminarJaja! Encontré tu blog en el foro de filo, y me gustó. Por eso pasé...Así visito los blogs puaneros
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