miércoles, 2 de abril de 2014

Sobre la propiedad de las cosas



Tener sexo hasta escupir sangre por la boca,
tener sangre hasta escupir sexo por los labios,
tener a otro hasta que acabe con uno,
tener dientes hasta que acaben en su hombro,
tener cama hasta dormir entre sudor ajeno,
tener cansancio hasta que tu cuerpo pida más,
tener sexo hasta que el orgasmo llegue,
hasta que el otro acabe,
hasta acabar con el sexo,
hasta el placer propio,
hasta el gemido ajeno.

Nos tenemos nosotros,
o el sexo que nos tiene
y nos lleva de la mano,
a la mano
en el sexo,
a la hora en que el sexo nos acabe
y seamos dos despojos, que se miran.

Tener sexo hasta escupir sangre por la boca,
tener boca hasta morder tu sexo y que sangre,
tener hambre hasta que el orgasmo sea de sangre,
tener sudor hasta que agotemos las formas del sexo,
tener sexo en los bolsillos, con el vuelto de cigarrillos,
tener sexo agendado en el celular, con otro nombre,
tener sexo entre la ropa sucia, en un canasto en el baño,
tener sexo o no tener, en voz de Hemingway,
tener sexo, y la oposición a Trotsky
porque el sexo no es una posesión.
Tener sexo como poseídos,
como si el cuerpo que tocás no fuese mío,
poseído de vos y de tu sexo y de la sangre
para el ritual que busca un orgasmo
y se acompaña de los roces y el sudor
en el piso, mientras giramos.

2 comentarios:

  1. me gustó tu blog, felicitaciones! queda como recomendado en Universo Musica, gracias!!

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