lunes, 21 de marzo de 2016

Maullido



Para
VICENTE NICANOR FREY CHINELLI

1


He visto los mejores gatos de mi generación
                destruidos por el Cat Chow, hambrientos histéricos mordiéndose sus 
                patas.

Que mordían, que arañaban, que ronroneaban,
                que exploraban, que orinaban almohadas,

que ignoraban el aserrín, que no se mancillaban,
                por piedritas, que se mostraban detractores de las cajas,
               
que comieron cables de la luz, cargadores de
                celulares, alargues, cucarachas, corchos de vino, servilletas,

que han escalado por manteles, por cortinas,
                por bibliotecas y por faldas,

que maullaron, que mostraron sus dientes,
                que entonaron sus gargantas, que gritaron e insistieron con más 
                gritos,

que cogieron en los techos, en los patios,
                en las veredas propias y de los vecinos,

que garcharon hasta el cansancio, que montaron
                gatas, gatos, perros shih tzu, marineros bengalíes,

que vitorearon soezmente sus orgasmos gatunos,
que se derramaron felinamente dentro sin pensar en HIV, que afirmaron el mito y empujaron su falo,

en la concha felina, la boquita de dama de gato,
y sin compasión la penetraron a fondo y clavaron con sus pijas torturadoras, con sus  porongas que esconden púas, con sus miembros espinosos,

que fueron adorados por antiguos egipcios, que
                tuvieron sus atrios, con esclavos que gateaban a sus pies,

que fueron retratados en la pantalla grande, en series,
                en los Thundercats para niños y no tan jóvenes, en animé, en

en la noche los gatos escalan y sus viejos hábitos
divinos hacen que busquen la luna para afilar sus garras, en la noche inician una guerra y sus fauces y sus colmillos y su agilidad para saltar, para fornicar, para lamer, para cagar, para guerrear,
meowh                     meowh                     meowh


2


¿Qué esfinge de portland y cables de cobre abrió sus cráneos
                y acicaló sus bigotes y su diversión?

¡Moloch! ¡No! ¡Chatrán! ¡Chatrán la estrella de TV! ¡Chatrán
gatos muertos en el set de filmación! ¡Chatrán en 8 mm! ¡Chatrán anaranjado nipón y ardiente! ¡Chatrán fuera de foco! ¡Chatrán aventurero!

¡Chatrán! ¡Chatrán hidráulico que trasgrede la gravedad y eleva el auto del 
piso! ¡Chatrándanzante con relaciones –algunas veces sexuales- y pañuelos al viento! ¡Chatrán         folklórico!

¡Chatrán villero! ¡Chatrán, gato, ameo, todo piola! ¡Chatrán estereotipado, 
 rebajado! ¡Chatrán en edificios de tres pisos de material que ven desde la autopista y rematan en una antena DirecTV que apunta el cielo!

¡Chatrán en planes de urbanización, de modernización! ¡Chatrán contra las 
 murgas! ¡Chatrán antiprotesta!¡Gatos con chapa y fierro que se venden al mejor charretero! ¡Chatranes sin ley, sin conocimiento de la ley, chatranes sin poder que creen detentar el poder!

¡Chatranes ahogados en alcoholes de la noche! ¡Ebrios por la desesperanza de 
 las estrellas!¡Chatranes, gatos sedientos, felinos beodos, cuadrúpedos embriagados! ¡Imajo mačka! ¡Tener al gato, despertares de alikal, vigilia de resaca!

 ¡Chatrán literario! ¡Maulla en gofio sin mojarse el gato cortazariano! 
¡Esperanzas insípidas, celíacas, desamparadas, ambivalentes y con tendencia al despilfarro! ¡Cronopios pederastas coleccionistas de pequeños gatos de cerámicas, observadores de felinos orientales enchapados en oro! ¡Con sus bigotes y su brazo en alto, moviéndose, homenaje hitleriano! ¡Famas de la procedencia más infama, grandilocuentes,  obsoletas, fieles a Boca Unidos y al gato Sessa, que siguen cada fin de semana!

¡Zarpas desesperadas! ¡Exploración en camas! ¡Gritos histéricos en sus 
encierros! ¡Rebelión alas cortinas!¡Chatrán! ¡Gran gato embustero! ¡Inflado de castración aplastas tu complacencia mientras observas el devenir de un ventilador de techo! 


3


¡Vicente Nicanor! Estoy contigo en Quilmes
donde estás más loco de lo que yo estoy.

Estoy contigo en Quilmes
                donde te debes sentar sobre mi falda

Estoy contigo en Quilmes
                donde persigues cada sombra que te interrumpe

Estoy contigo en Quilmes
                donde no asesinaste ni a una cucaracha

Estoy contigo en Quilmes
                donde somos grandes poetas en una misma notebook

Estoy contigo en Quilmes
                donde las ventanas se oponen a que desafíes todo vértigo

Estoy contigo en Quilmes
donde las puertas de baños se cierran para evitar tus interrupciones y tus devaneos propio de todo gato pequeño

Estoy contigo en Quilmes
                donde la escalera se presenta como la mayor aventura a abordar

Estoy contigo en Quilmes
donde esperas de manera trágica el regreso de la barba de tu amo tras una dura jornada en una librería donde sus sesos se consumen por las madres de pechos falsos, los niños de acento cheto y las docentes de dudosa formación

Estoy contigo en Quilmes
                donde hurgas en cada vaso de cerveza sin necesidad de alcohol para ahogar tus penas

Estoy contigo en Quilmes
donde tu furia milenaria asciende a través de tus garras en tu escalada hacia el mañana por estantes de bibliotecas

Estoy contigo en Quilmes
donde no es la muerte quien te espera sentada frente a la ventana vecina, con un cepillo de marfil cuidando una ruinosa cabellera débil y decadente en innecesarios peinados de raya al medio

Estoy contigo en Quilmes
                donde no necesitas de poesía alguna como sustento

Estoy contigo en Quilmes
                donde no demuestras cada verso escrito sobre el muro de facebook

Estoy contigo en Quilmes
                donde la luna aun no te ha producido ninguna inquietud

Estoy contigo en Quilmes
donde todo tiempo sólo  es tiempo y no quita tu deseo de perseguir una hoja de papel que sirvió de borrador para un poema nacido a las 3 y cuarto de la madrugada que quizás nunca llegue a un público

Estoy contigo en Quilmes
donde bajamos a coro la cabeza y oímos las lamentaciones y los elogios y así resucitas a  Luy de su tumba sobrehumana

Estoy contigo en Quilmes
donde hay cientos de poetas que se emborrachan, se abrazan, se conocen y corean en los slams y las lecturas de poesías entonando su obra

Estoy contigo en Quilmes
donde nos acurrucamos, nos recostamos en el piso y besamos una Ljubljana lejana mientras maúllas al polvo mismo y a todos los poemas que se pasean por el mundo y por Ljubljana inclusive

Estoy contigo en Quilmes
                donde la nada nos cubre y tú la miras de frente, temerario y poderoso, inocente y excelso,
                e interpones tu cuerpo a todo mal que busque herir o hundirse aún más en mi llaga de poeta
                y en esa supurante herida que reposa en el ego de todo poeta

Estoy contigo en Quilmes
                en el momento me doy cuenta que sos mucho más independiente y original en cada movimiento
                que cada verso se imprime hoy día de poesía contemporánea joven y verdadera.




Ezpeleta, febrero-marzo de 2016

 


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