domingo, 27 de marzo de 2011

Hombre soy



Cuando el hombre
encuentre que sus piernas
no lo llevan a ningún lado,
entonces va a ser
un papel en los bolsillos
o la etiqueta en la ropa.

Cuando los dedos ya no sean
los que toquen cuerdas de violín,
voy a ser el sonido
de sus palabras sin eco.
Hombre soy, no destiño
una bolsa de piel y saliva.

Soy uno de sus cientos de orgasmos
que descansa sobre sábanas blancas,
soy dientes, pero no mordida,
soy la sangre que sale de la herida,
que mancha los pantalones grises
y gotea en el piso.

Soy la berga,
fláccida y cansada,
soy su transpiración
después del sexo,
soy la astilla
que vive bajo las uñas.

Soy párpados, y la luz
que entra por la ventana
del living.
Soy la carne de la uña
que se encarna y duele,
soy el mal aliento y más.

Hombre soy,
pero ya no vivo en las fotos,
ya naci y morí como mujer,
ya morí y nací de una mujer,
soy la última voz,
el hongo en sus pies.

Soy un fracaso, todos
y cada uno de ellos,
que le deja un gusto dulce
en la boca.
Soy la barba que pica
y no se afeita.

Espero el día,
mientras tanto, hombre soy.
Soy su llanto, escondido en los baños,
soy el grano de pus
que pica en la espalda.

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